La rubia bomba Karlie, una monja devota, se arrodilla en confesión al Padre Simon, revelando su deseo secreto de placer pecaminoso. ¿Sucumbirá a sus antojos carnales o permanecerá como una santa sirvienta?.
La seductora Karlie, una monja virtuosa, se encuentra embobada por deseos carnales que contradicen su voto de castidad.Incapaz de reconciliar su fe con sus crecientes ansias, decide buscar orientación del Padre Simon durante su confesión diaria.La rubia de aspecto inocente entra en la cabina de la confesión, su corazón pesado con el peso de su secreto.El Padre Simon, en sintonía con sus luchas, siente su turbulencia y le asegura que no hay pecado en sucumbir a sus deseos naturales.Le aconseja abrazar sus deseos, en lugar de suprimirlos.Abrumado por la comprensión de los sacerdotes y la osada proposición, Karlie se encuentra rendiéndose a sus ansias primarias. Se despoja de su atuendo de monjas, dejando ver al cura su cuerpo intacto.El Padre Simon, siempre el guía, la lleva a través de una serie de encuentros sensuales, cada uno más intenso que el anterior.El clímax de su encuentro deja a Karlie tambaleándose, sus deseos cumplidos y su fe inquebrantable.Este encuentro sirve como testimonio de la sabiduría del Padre Simons y de la fe inquea de Karlies.